lunes, 30 de marzo de 2009

El ADN revela que el "Asesino fantasma" alemán no existe.



En abril de 2007 la agente de Policía Michele K. de 22 años fue asesinada a tiros por la espalda, su compañero resultó gravemente herido. El asesino les robó las armas reglamentarias, sus grilletes y el cinturón de la agente. En un primer momento los expertos creyeron que el asesinato podría haber sido cosa de la mafia o de los traficantes de drogas.

Los investigadores encontraron restos de ADN del asesino en la escena del crimen, asociándolo también a otros 39 crímenes distintos.


La Policía alemana comenzó entonces la caza de un siniestro asesino en serie al que denominaron "El asesino fantasma". El caso ha sido uno de los más sorprendente en los últimos tiempos.


Las muestras del ADN obtenido en el lugar decían que el "asesino fantasma" era un mujer. Cientos de detectives repartidos en seis comisiones especializadas se pusieron manos a la obra , se había abierto la caza de la abominable asesina en serie.


Durante años la Policía buscó a la presunta asesina después de haber encontrado el mismo ADN en 39 crímenes distintos. Su ADN se encontró una y otra vez en botellas, tapas ,balas ,incluso en una galleta! . Durante la investigación casi un millar mujeres fueron indagadas ,se realizaron miles de pruebas de saliva , pero no se hallaron coincidencias con la muestras obtenidas.

Aunque el mismo ADN fue encontrado en otras tantas escenas del crimen, los investigadores habían conseguido escasos progresos en el caso.Se encontraron rastros en el sur de Alemania, y en otros países como Austria y Francia.

Se llegó a ofrecer una recompensa de 300.000 euros a quien diera pistas que consiguieran detener al "Asesino fantasma". Pero nadie reclamó nunca el dinero, y es que el supuesto "fantasma" era una quimera.


La semana pasada un portavoz de la Fiscalía anunciaba que habían dudas considerables acerca de la existencia del "fantasma asesino". Se había descubierto que las supuestas muestras de ADN del "Fantasma" aparentemente pertenecen a una empleada de una empresa con sede en Hamburgo y con sucursales en Baden-Württemberg y el Sarre (así como Austria y Francia) , que fabrica los bastoncillos de algodón con los que la Policía Científica toma muestras en sus investigaciones. Algún empleado/a descuidado/a había contaminado los bastoncillos utilizados en las investigaciones.

Ahora los investigadores deben comenzar de nuevo desde cero, ¿Quién mató realmente a la joven agente de policía?
Bild.de

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