domingo, 7 de diciembre de 2008

Vidoc. De delincuente a uno de los padres de la criminología.


Finales del siglo XVIII, estamos en un municipio de Francia llamado Arras, allí vive François Eugène Vidocq , un joven vividor, delincuente, mujeriego y espadachín que acabará pasando de ser un fugitivo de la justicia , a ser el primer Director de la "Sureté Nationale" (ahora National Police) y uno de los investigadores mas importantes. Se convirtió en una leyenda en Francia por su lucha contra la delincuencia al servicio de la nación.

La figura de Vidocq inspiró a Víctor Hugo para dos de los personajes principales en la novela de "Les Miserables".

Cuentan que su padre era panadero de profesión, que podría y deseaba darle estudios para que fuera una persona de provecho, pero el joven Eugène no quiso recibirlos .

El prefería pasar sus días adolescentes enamorando mujeres y batiéndose con la espada por causas que él mismo se encargaba de generar. Como era un buen espadachín salía siempre ileso de sus duelos, y se cuidaba de producir únicamente rasguños a sus adversarios.

El joven Vidocq alternaba sus dos principales quehaceres (las mujeres y la esgrima) con pequeños hurtos y todo tipo de delitos menores.

A los 15 años, robó a su padre la considerable (en aquella época) suma de 2.000 Francos , con la intención de viajar a Estados Unidos y empezar allí una nueva vida. No tuvo tiempo de malgastar el dinero que le robo a su padre, pues otros compañeros de fechorías se encargaron de robarle mientras dormía tras una noche de borrachera en una taberna de mala muerte.

Sin un céntimo en los bolsillos, se vió reducido a aceptar pequeños trabajos, por lo menos miserables, hasta que harto de su triste situación, volvió como un hijo pródigo a casa de sus padres con la intención de pedir y obtener el perdón. De poco le sirvió el gesto de hijo arrepentido, ya que sus padres le cerraron las puertas en sus mismísimas narices.

Esto ocurrió en el año de 1790, época en que la Revolución paseaba triunfalmente sus banderas tricolores, así que Vidocq decidió hacer fortuna en las armas. Alistado, luchó con arrojo en las batallas de Valmy y de Jemmapes, en 1792.

Dijo Néstor Luján que Vidocq, a lo largo de 2 años tuvo nada menos que 20 duelos a consecuencia de los cuales dos rivales encontraron la muerte.

Abandonó el ejército, convirtiéndose en desertor, lo que era un mal asunto en los días del recién instaurado régimen del Terror. Pasó a las filas enemigas austríacas, pero también hubo de huír para evitar se condenado al apaleamiento, refugiandose en Bélgica.

Con papeles falsos, se unió a una banda de forajidos que, con la excusa de perseguir contrarrevolucionarios, robaban y saqueaban en beneficiopropio. Detenido, fue encarcelado en Lille. Desafiando muros y carceleros, logró evadirse.

A partir de aquel hecho, y a lo largo de 14 años, vivió exclusivamente "por" y "para" el delito. Se valió de su más que notable habilidad para el disfraz y el cambio de personalidad, fue (o simuló ser) marino, terrateniente, monja, banquero, noble o campesino.


Aunque también fue ladrón, Vidocq era un gran estafador, tenía habilidad de sobra para arruinar a los incautos, pero no tanta para esquivar a la policía, siendo encarcelado en multitud de ocasiones. Aunque con gran habilidad escapaba de todas las prisiones donde le encerraban, haciéndose también célebre en toda Francia por su arte del escapismo.


Se convirtió en un personaje muy popular en su época .L a prensa y la gente esperaba con ansias su siguiente detención para así poder hacer apuestas en bares y tabernas sobre la fecha de su próxima fuga de prisión.


En 1809, Vidocq harto de ser un ladrón y estafador, decide convertirse en un hombre honrado, quiere ser policía, así que se dirige al despacho del General de la Policía Parisina . El comisario general Dubois conocedor de sus hazanas e intrigado por su fama y popularidad , accede a verle.

Dubois no se fia mucho de él, pero piensa que Vidocq conoce a algunos de los asesinos y contrabandismas más famosos de la época, sabe de sus escondites, y puede fácilmente mezclarse con ellos, así que no podía dejar pasar esa oportunidad,y oyó lo que Vidocq le propuso.

- "Busque a dos de sus mejores gendarmes para que me lleven inmovilizado con grilletes hasta la prisión. Si logro escaparme en el trayecto y regresó ante usted, será una prueba de mi buena fe."

Dubois, divertido, acepta el reto. Dos de sus agentes, unos expertos y forzudos guardianes lo engrilletan y se lo llevan en dirección a la prisión. Pero al cabo de casi una hora Vidocq, libre y sonriendo reaparece en el despacho de Dubois, al cual de forma socarrona le comenta que sus hombres parecen haberlo extraviado.


El general cumplió su promesa y a los pocos días Vidocq volvió a la prisión, pero esta vez como informador de la policía. Su paga al principio no era pecuniario, era un contrato verbal que lo absolvería de todas las condenas pendientes . Empezó siendo un período de prueba, un compromiso entre ambos. Si el policía no creía que Vidocq realizaba su parte del negocio, el contrato sería anulado y el Rey del escapismo sería encerrado en la prisión durante muchos años.

Dubois se da cuenta de que, como el mismo Vidocq presentía, ha nacido más para policía que para malhechor.

Como antes con sus delitos, ahora asombra a sus conciudadanos con sus hazañas policíacas. Gracias a sus contactos en los bajos fondos parisinos, fue un tipo ingenioso que organizó un red de confidentes e introdujo hasta 28 antiguos compañeros de hazañas delictivas en este cuerpo policial, ¿Quién mejor que un ladrón para atrapar a otro ladrón?

Demostrando su genio y conociendo lo caducos que eran los métodos policiales de aquel tiempo, imaginó un nuevo tipo de policía que no se limitara a actuar después de cometido el delito, sino que lo previera e intentase evitarlo.

Tuvo la suerte de encontrar el entusiasta apoyo de sus superiores, y así nació la "SURETÉ", la Policía de Seguridad Nacional, hasta hoy orgullo de Francia, y que encuentra su equivalente en Gran Bretaña con su célebre "Scotland Yard".

Vidocq fue año tras años ganándose el reconocimiento de las autoridades francesas. Fue la primera persona en la historia de la policía a la que se le ocurrió elaborar un registro de delincuentes para tenerlos localizados, es también el primero en hacer moldes de escayola a las huellas de zapato que se encuentran en el lugar del crimen, es un genio en el arte del disfraz y se sirve de ello para infiltrarse en grupos de delincuentes peligrosos.

Entre 1811 y 1827, a través del 1er Imperio, la 1ª Restauración, los Cien Días, la 2ª Restauración (con los reinados de Luis XVIII y Carlos X), François Vidocq dirigirá la Sureté sumando éxitos y aterrorizando delincuentes. A destacar que también se preocupó por mejorar el estado de las prisiones y el trato que en ellas se daba a los presos.

Precisamente para ayudar a los ex-convictos, financió la instalación de una fábrica de papel y cartón, decidiendo, en 1827, abandonar la policía y ponerse al frente de ella. Desgraciadamente, la experiencia se tradujo en un completo fracaso que le costó a Vidocq buena parte de su patrimonio, al meterse en hazarosas especulaciones, y obligándolo a volver a perseguir delincuentes.

En 1832 y a raíz de una diferencia de criterio con sus jefes es forzado a dimitir, bajo el cargo de haber instigado a cometer un crimen a través de un mediador, para tener el mérito de resolverlo. Por el otro lado, una regulación en el interior de la policía, ya no admitía que se emplearan a los que habían sido criminales.

Vidocq se dedica a escribir libros sobre su trabajo, y funda en 1833 lo que fue la primera agencia de detectives privados "Le bureau des renseignement", o sea la Oficina de Inteligencia, que por supuesto empleaba a ex-delincuentes. Fueron frecuentes los enfrentamientos con la Policía, que no se resignaba a aceptar esa "competencia" privada, hasta entonces desconocida y trató de cerrarle la agencia varias veces, pero nunca tuvo éxito.

Por sus aventuras, era ídolo de los románticos cuando se produjo la Revolución de 1848; tomó activa parte en ella y sostuvo, mientras pudo, el tambaleante poder del jefe del Gobierno Provisional, su íntimo amigo Alphonse de Prat de Lamartine.

Envuelto en su bien ganada fama y gloria, murió en mayo de 1857, reinando el emperador Napoleón III, a la avanzada edad de 82 años, dejando un gran aporte a los investigadores foreneses que le sucedieron. Vidocq fue uno de los responsables de la criminología moderna, y el detective más famoso de la historia de Francia

En 2001 inmortalizaron su personaje en el cine. La pelicula Vidocq , dirigida por Pitof, muestra la figura histórica de Eugène François Vidocq enfrentandose con un monstruo sobrenatural llamado El Alquimista..

Actualmente existe una asociación privada "THE VIDOCQ SOCIETY" que admira a este carismático personaje . Su sede está situada en Philadelphia (US) y en ella mensualmente sus miembros se reunen para estudiar e intentar descifrar casos de homocidios pendientes de resolver. Entre algunos de sus miembros está Mark Safarik, el famoso ex agente de la Unidad de ciencias del comportamiento del FBI .

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante la entrada, tengo todavia pendiente ver la pelicula de Vidocq, ahora con estas reseñas me entran mas ganas aún de buscarla.

un saludo, y buen blog.

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