lunes, 24 de noviembre de 2008

Biografías. Alphonse BERTILLON


Alphonse Bertillon (París - Francia 1853, Münsterlingen - Suiza 1914), fué el segundo hijo del galeno y estadístico parisino Louis-Adolphe Bertillon .

Fue considerado la oveja negra de la familia. Su hermano siguió los pasos de su padre y fué el demógrafo Jacques Bertillon. En primaria Alphonse no era un buen alumno, a menudo su carácter distraído e indolente le metió en líos, fué suspendido en tres escuelas y despedido de varios puestos de trabajo.

Mientras prestaba servicio en el Ejercito asistía por las noches a un curso en una escuela de medicina, y fué allí donde desarrolló el interés por el análisis del cráneo humano, descubrió que no hay dos personas cuyas medidas sean precisamente iguales.

En 1880 descubrió el sistema antropométrico de identificación personal, lo que le haría famoso.

Ideó un complejo cuadro de medidas corporales. Este cuadro establecía las medidas de los brazos, del cuerpo, de la cabeza, la longitud del dedo medio . Mediante estas medidas Bertillon estableció la identificación (no clasificación) de los delincuentes.


Después del servicio militar fue contratado como un subalterno en la Prefectura de Policía de Paris, su trabajo consistía en copiar las filiaciones de los arrestados durante el día para poder reconocerlos en el caso de que estos volvieran a caer detenidos. Pero las descripciones consistían en generalidades imposibles de catalogar correctamente para un fichero, ya que al reincidente le bastaba un cambio de nombre o la alteración de alguna de sus facciones para no ser identificado.


Ahí se dió cuenta que la mediocridad y la burocracia se había apoderado de la seguridad francesa, y que muchos delincuentes se burlaban de la ley pues no había datos fidedignos de sus características. Bastaba que un delincuente se cambiara el color del pelo o se pusiera lentes para que los policías no lo reconocíeran.


Pero en ese momento recordó Bertillon sus estudios de anatomía. Habían medidas del ser humano que jamás cambiaban, sin importar la edad o el peso o cirugías, entre ellas la anchura de la cabeza, la oreja derecha, el dedo medio de la mano izquierda...si esas medidas eran tomadas de los criminales, estos serían reconocidos al ser reincidentes.


Redactó un informe con los resultados de su trabajo al Prefecto de Policía Andrieux, esperando un reconocimiento, pero este lo rechazó, no entendió una sola palabra del mismo y lo tiró a la papelera. Bertillon fué rechazado y humillado con una frase irónica “…como un escribiente nos va a enseñar a manejar la Prefectura!!"

Tres años después, Andrieux fue reemplazado por un tal Camescasse, y Bertillon le mostró su revolucionaria propuesta. Camescasse se impresionó mucho con el entusiasmo expuesto por Bertillon y decidió darle una oportunidad; le ofreció tres meses para probar su sistema, y si este lograba demostrar que podía identificar a algún reincidente la Prefectura lo adoptaría. Bertillon vaciló, por considerar poco el tiempo, pero aceptó.

Esto sirvió a la Criminalística para la identificación de las personas, estableció lo que se llama el Bertillonaje (Método antropométrico que consiste en registrar: las medidas individuales que no cambian mucho con el crecimiento corporal, los caracteres cromáticos, fotografía, la estatura, el largo del brazo derecho, color de piel, de cabellos, de ojos, etc.

Fue el "inventor" de la ficha policial . En primer lugar combinó la fotografía (de frente y de perfil) con una anotación concisa de una serie de rasgos y medidas, todo ello en una ficha.

En segundo lugar organizó todas estas fichas en un sistema de archivo basado en una serie de sucesivas subdivisiones. En su archivo, la fotografía es un elemento más junto al texto, a su mismo nivel.

Puso a caminar el programa haciendo sentar al delincuente en una silla giratoria, tomándole fotografías, capturando detalles de perfil, la nariz, la frente, barbilla y los rasgos más singulares. Los medía con cuidado, en especial el cráneo, la oreja derecha, el dedo del corazón de la mano izquierda, el antebrazo y el pie.

Todos los datos eran anotados en unas fichas y se clasificaban mediante un muy inteligente sistema ideado por el.

Pasaron dos meses sin que se pudiera probar la concurrencia de ningún reincidente, pero la oportunidad llego una tarde de febrero. Un detenido dijo llamarse Dupont, bastante común en Francia, y aseguraba ser su primera detención, por lo que la pena seria leve. Las comparaciones con las fichas de Bertillon dieron como resultado la concordancia con un sujeto de apellido Martín, detenido por robo ocho meses antes. Fue el gran triunfo de Bertillon.

Sus superiores lo tildaron de loco hasta que pudieron, gracias a su método, identificar 800 individuos en 3 años. En 1892 Alphonse Bertillon fue nombrado director de la recién creada Oficina de Identificación de París, y más tarde se le hizo Caballero de la Legión Francesa de Honor.

Luego Chicago, fue una de las primeras ciudades en adoptar el sistema, traduciendo todo el trabajo de Bertillon, y Nueva York después propicio un álbum que pronto gano fama internacional con el nombre de Rougues‘ Gallery, o Galería de los Pícaros, y se estableció en Washington un centro internacional de intercambio.

En 1903, un detenido llamado Will West fue examinado por los guardias, y sus medidas de altura, brazos, cabeza, orejas y nariz fueron registradas bajo el sistema Bertillon. Aunque Will West enfrentaba su primera detención, el guardia recordaba haber tomado sus medidas con anterioridad. En los archivos de la prisión se encontró una medición igual perteneciente a un hombre llamado William West, quien había sido encarcelado dos años antes en Leavenworth y que seguía cumpliendo su condena en esa prisión: Will West y William West eran, como una ironía de la coincidencia, dos hombres distintos; sus medidas, bajo el sistema de Bertillon eran virtualmente idénticas.

Pocos años después, los oficiales de la prisión encontraron una característica distintiva entre los West: sus huellas digitales eran inconfundiblemente diferentes. Fue entonces que los departamentos de policía y las prisiones europeas y estadounidenses cambiaron al sistema de identificación de huellas digitales desarrollado por Sir Richard Edward Henry de Scotland Yard.

Con esta medida, no sólo se obtuvo mayor certeza en la identificación, sino que se facilitó el proceso: era más fácil pasar por tinta el dedo del sospechoso que apretarle la cabeza para tomar su medida craneal exacta. El mismo Bertillon, quien fuera crítico acérrimo de las huellas digitales comenzó a recolectar las huellas digitales de los dedos pulgares derechos de los sospechosos.

Hoy en día, el entonces famoso método de Bertillon está casi por completo olvidado, y la identificación por huellas digitales —a pesar de las recientes innovaciones de las pruebas con ADN— sigue siendo el método más reconocido y sencillo de identificación: se estima que la posibilidad de que dos personas marquen la misma huella es de uno en 67 mil millones.



Bibliografía.

BERTILLON, Alphonse, "The Bertillon System of Identification"
National Gallery of Canada
Taking fingerprints, 1940 "National Library of Medicine"
Mythos, autorneto
Wikipedia.Alphonse Bertillon
El Padre de la antropometría:Cecilia Ruiz de Ríos

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